Nuestra Historia

En estos momentos, y desde nuestra modestia, nos encontramos proyectando el renacimiento de una bodega. Si visto desde la lejanía del lector, parece un proyecto más, otra nueva bodega en la isla, contado en primera persona es todo lo opuesto: años por venir con un enorme esfuerzo, mucha ilusión, pasión, incertidumbre…

La Bodega Santa Catarina fue fundada en el año 1984 por Stellan Lundqvist, viticultor nacido en Suecia, apasionado por el mundo del vino y enamorado de la isla de Mallorca.

Con la intención de elaborar vinos de máxima calidad, decidió distinguirse como bodeguero de un modo pionero en aquel momento, siendo el primero en plantar de forma masiva en la isla las variedades nobles propias de Francia, principalmente Merlot, Cabernet Sauvignon, Chardonnay y Syrah, entre otras.

Durante las décadas de los ochenta y los noventa, Santa Catarina y sus vinos se fueron posicionando de una forma prestigiosa en el mercado local, adquiriendo una alta reputación en su elaboración. Por diversas circunstancias personales, en el año 2002 Santa Catarina decidió cesar su actividad elaboradora, arrendando a terceros todos sus viñedos y su pequeña bodega en Andratx.

Tras años sin elaborar vinos propios, los hijos de Stellan Lundqvist toman la decisión en 2014 de recuperar el proyecto que había logrado consolidar su padre cuando ellos eran aún pequeños. Con la idea de crear nuevamente un proyecto pionero y diferente, siempre bajo el prisma de la alta calidad vitivinícola, deciden retomar la dirección y la gestión de la bodega.

Para ello se asumió la difícil decisión de arrancar un total de 49 hectáreas de viña, la totalidad de los viñedos de Son Aloy (Sencelles) y de Es Rafal Blanc (Andratx), debido al mal estado y al deterioro en que se encontraban las cepas, así como a su escaso nivel de producción.

Tras realizar una preparación y un desfonde intensísimo de los terrenos, se ha decidido apostar por una selección de variedades autóctonas y mediterráneas, con altas densidades de plantación y con la finalidad de obtener bajos rendimientos por planta.

Se decide también iniciar el proyecto para poder construir una nueva bodega en la finca de Son Aloy, en la cual se llegará a producir más del 90% de la uva de Santa Catarina.

Sin una gran uva no se puede lograr un gran vino, por lo tanto nuestra prioridad y esfuerzos van destinados a conseguir la mayor calidad posible en nuestras uvas, trabajando cada finca de forma muy específica.

Volvemos a empezar de nuevo, con un proyecto ilusionante y el cual esperamos poder ponerlo a la altura de quien fue su fundador.